La abdominoplastia circunferencial, también conocida como torsoplastia o cinturón abdominal, es un procedimiento quirúrgico más extenso que combina una abdominoplastia tradicional con una extensión hacia los flancos, la espalda y a veces los glúteos. Como cualquier procedimiento quirúrgico, la abdominoplastia circunferencial conlleva ciertos riesgos y posibles complicaciones. Algunas de estas complicaciones pueden incluir:
Infección: Existe el riesgo de infección en las áreas tratadas después de la cirugía. Los signos de infección pueden incluir enrojecimiento, hinchazón, calor, secreción de pus y fiebre. La infección puede requerir tratamiento con antibióticos y, en casos graves, puede necesitar drenaje quirúrgico.
Hematoma y seroma: La acumulación de sangre (hematoma) o líquido claro (seroma) en el área tratada puede ocurrir después de la cirugía. Esto puede causar hinchazón, dolor y molestias. En casos graves, puede ser necesario drenar el hematoma o el seroma.
Asimetría: Después de la abdominoplastia circunferencial, es posible que se produzca asimetría en el contorno del abdomen, los flancos o la espalda. Esto puede requerir correcciones adicionales mediante cirugía secundaria.
Necrosis cutánea: En casos raros, una porción de la piel puede experimentar una pérdida de suministro sanguíneo, lo que resulta en la muerte del tejido (necrosis). Esto puede requerir tratamiento adicional, como desbridamiento quirúrgico.
Problemas de cicatrización: Las cicatrices pueden ser un problema después de la abdominoplastia circunferencial. Pueden ser demasiado prominentes, anchas o hipertróficas. El cuidado adecuado de las incisiones y el seguimiento de las instrucciones postoperatorias pueden ayudar a minimizar este riesgo.
Cambios en la sensibilidad de la piel: Es común experimentar cambios temporales en la sensibilidad de la piel en las áreas tratadas después de la cirugía. Esto puede incluir entumecimiento temporal o pérdida permanente de la sensibilidad en áreas circundantes a las incisiones.
Complicaciones anestésicas: Como con cualquier procedimiento que requiera anestesia, existen riesgos asociados, como reacciones alérgicas, náuseas, vómitos o complicaciones respiratorias.
Reacciones adversas a la medicación: Algunas personas pueden experimentar reacciones adversas a los medicamentos utilizados durante la cirugía o el proceso de recuperación, como náuseas, vómitos, mareos o dificultad para respirar.
Es fundamental discutir estos riesgos y posibles complicaciones con tu cirujano plástico antes de someterte a una abdominoplastia circunferencial. Siguiendo todas las instrucciones pre y postoperatorias proporcionadas por tu cirujano, puedes ayudar a minimizar el riesgo de complicaciones y optimizar los resultados de tu procedimiento. Si experimentas algún síntoma preocupante después de la cirugía, como aumento del dolor, enrojecimiento, hinchazón excesiva o secreción de las incisiones, comunícate con tu cirujano plástico de inmediato para recibir atención médica adecuada.